miércoles, 8 de abril de 2009

Aprendiendo


Aqui de nuevo Mariposa, en el miercoles de la semana santa, recien desempacada. En esta ocasión mas que contarte algo, lo que quiero compartirte es un agradecimiento infinito que le tengo a Dios. Es que me maravillo de como mueve los hilos de nuestras vidas, como se dan las cosas para llevarnos por el camino que nos conviene. No puedo negar que en algunas ocasiones esto duele, pero lo he aceptado porque al final quien sale ganando soy yo.
Mi madre me decía que me dejaba ir del tamaño que era, buena expresión, ya sabes la sabiduría materna es bellisima. Yo entendía que me entregaba por completo a algo, que no tenia reservas. Pues bien, ahora casi me voy asi, de boca y sin meter las manos, y aqui es donde entra este agradecimiento a Dios por jalar los hilos y decir: ¿A dónde vas? ... suceden cosas Mariposa, cuando mas segura estas de algo, cuando estás muy feliz y crees que todo lo puedes, zas... viene el jalón divino que te recuerda que la vida es sueño, como diría Calderón de la Barca. Te hace de nuevo poner los pies en la tierra y pedirte que vayas despacio, a tientas. Recordarte que no entregues el corazón asi de fácil, menos a mi edad, que creo que resistiría muy poco una desilusión. Estos días aprendí que la felicidad es en cachitos que se van armando dia con dia, que se dan dosificados y que van aderezados de esos jalones de Dios para que valoremos mas el dulce sabor de la felicidad.
Ya sabes como son estas cosas, estas agusto, disfrutando, gozando, lo que sea: una buena compañía, un hermoso horizonte con su atardecer o amanecer, ¿Qué te gusta? esos son instantes, pero también hay una semana entera de placer, un día lleno de gozo... y sientes que el mundo es tuyo, y entonces sucede algo, ves algo, sientes, te dicen, escuchas, razonas, miras el pasado o el futuro y te das cuenta de que hay que tener los pies firmes, disfrutar estos cachitos, buscarlos, sin olvidar que también vendrán tragos amargos, que en todo acto hay una consecuencia.
Ay Mariposa que hermosa es la vida... y sobre todo cuan misteriosos son los caminos de Dios.