domingo, 7 de febrero de 2010

Sin distancias

Hola mi bella Mariposa...te he tenido muy abandonada, ando con tantas cosas, ya sabes que este año voy hacer realidad varios sueños y se lleva su tiempo cada uno...aqui estoy de nueva cuenta contigo.
A pesar de todo, no pierdo la capacidad de admirarme de las cosas que pasan en esta vida, mi bella... me maravillo de un hermoso amanecer, de un atardecer, del ir y venir de las olas del mar, admiro las habilidades de los hombres para realizar tantas cosas increíbles, como un transplante de corazón... así como de la creación de tantos medios de comunicación... por qué digo esto? el sábado por la tarde me la pasé platicando con José, casi tres horas estuvimos compartiendo fotos, viéndolas y comentando sobre ellas, platicamos de su historia de vida, de mi vida, de tantas cosas... en la sala de mi casa ante un computadora, con audífonos y una cámara, y él en la sala de su casa ante su computadora, con sus audífonos y una cámara... a mas de mil kilómetros de distancia mi bella Mariposa... reimos, en momentos nos pusimos tristes, también soñamos: me invitó a visitar su ciudad, dijo que me llevaría a subir a la Torre Latinoamericana, que me llevaría a la opera cuando se presente Carmen en el teatro, así como el Lago de los Cisnes en el Castillo de Chapultepec, imaginamos tomar un café en tantos lugares de su ciudad, visitar tantos museos, entrar al Palacio de Bellas Artes... y le llevaré coyotas, carne machaca y tortillas de harina... su historia es un poco triste Mariposa, aún no se recupera; sin embargo, tiene un espíritu fuerte y luchador, tiene gran ánimo y aunque diga que no, tiene un gran acento de capitalino... vendrá a mi ciudad y comeremos en el campo 60 los mariscos que tanto me gustan, iremos a la presa a ver un atardecer, comeremos raspados y helados en Cócorit... y por supuesto que nadaremos en las playas de San Carlos.... todo esto lo platicamos, vimos fotos, gracias a la gran tecnología de la comunicación. No te parece extraordinario mi linda Mariposa, una tarde que podía pasarla viendo la TV, o leyendo un libro, o tal vez durmiendo una siesta forzada por el aburrimiento, lo pasé platicando con José, un hombre que no conozco pero que el internet lo puso en la sala de mi casa contándome su vida, sus sueños...dime bella... tengo razón al maravillarme de esta magia, no te parece? y algo aún mayor es entre tantas miles de personas que hay en la red, por qué encontrarse con José y hacer ese click en la conversación, esa confianza mutua de compartir tanto en tan poco tiempo... no cabe duda Mariposa todo sucede por algo... y sobre todo gracias a esta maravillosa tecnología de la comunicación, que hace grande la comunicación humana acercando las distancias.... que maravilloso mi bella....