jueves, 4 de junio de 2009

Padre nuestro...



Sabes Mariposa, hoy me pasó algo bonito, fui a la iglesia y descubrí el Padre Nuestro de manera diferente... Dejáme contarte:
Estando en la oficina llegó un correo donde decia que habia fallecido la hermana de un compañero y la misa sería en mi pueblo... recordé el mes de mayo cuando tenía 5 años y mi madre me llevó a ofrecer flores a la virgen... fue hace ... mmm ... varios añitos... como si fuera ayer, aunque te diré que la iglesia me pareció mas pequeña hoy en dimensiones físicas pero mas grande, enorme en espiritualidad...
Cuando iba por la cerretera el carro hizo un ruido extraño, muy fuerte en la llanta trasera... me asusté mucho y me orillé, me temblaban las manos, no sabia que hacer, entonces decidí llamar a mi cuñado, pero sabes Mariposa, no podía decirle en que tramo estaba de la carretera porque lloraba, Dios!!! no podía hablar, me dijo: tranquila, todo esta bien dime donde estas... finalmente le dije, en 15 minutos estoy ahí lo escuché decir. Entonces Mariposa lloré... mucho, fuerte, mis lágrimas corrían y mojaron mi blusa... los carros pasaban volando a mi lado, lloraba ese llanto que he traido ahogado de hace días, finalmente explotó por el susto tal vez o porque fue el momento, mi bebe de cuatro ruedas me dio ese instante en la carretera para llorar... lloré tanto como me dijiste que lo hiciera... mi cuñado llegó y no era nada, solo que agarré un tramo de carretera que tenia unas marcas que hicieron sonar horrible las llantas, no sabía como disculparme, me sentí tonta pero aliviada por haber llorado... me fui a la iglesia, había solo caras tristes, así que pasé desapercibida... estaba iniciada la ceremonia... y entonces el Padre dijo cantemos la oración que nuestro Señor nos enseñó... empezó el coro y la gente lo siguió llenando la iglesia de palabras portadoras de un gran mensaje... fue tan diferente escucharlo en ese momento, toda la vida repitiéndolo, con gran fe y amor... pero ahora sonaba como en tercera dimensión...
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.
Lo que mas me reconfortó fue el "hágase tu voluntad", sonó como despegado de todo lo demás... esa es la clave, pensar y decirle a Dios hágase tu voluntad, pones en sus manos toda la carga que traes, tan pesada a veces, que mínimo te pones a llorar encerrada en el carro en plena carretera... dejarse descansar en las benditas manos de Dios es la solución Mariposa... después viene el perdona nuestras ofensas... eso lo repetí varias veces, que me perdone por haber ofendido a sus hijos, nada vale como para ofender a un hijo de Dios... y siguiendo dice como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden... si Mariposa, ahí estamos diciendo que perdonamos... realmente perdonamos? o repetimos esta frase como repiten las gotas de lluvia al caer... fíjate bien Mariposa, como nosotros perdonamos... decimos a Dios perdoname como yo perdono, que gran enseñanza de Cristo, porqué no decirnos perdonen como yo los perdono... nos puso primero sabe que somos seres de amor que podemos perdonar... entonces decidí perdonar porque quiero que Dios me perdone y porque quiero estar tranquila... finalmente pedimos que no nos deje caer en tentación... que es una tentación Mariposa? lo has pensado, piensas en una tentación y puedes imaginar lo pohibido, dicen que la tentación va primero que el pecado, estás tentada a hacer algo y si lo haces entoces realizas lo incorrecto, el pecado... dice “Dios que es fiel no permitirá que sean tentados por encima de sus fuerzas; antes bien, les dará al mismo tiempo que la tentación, los medios para resistir” (1 Cor. 10, 13). Cuando alguien te hace daño te sientes tentada a responder con daño, imagina, creas en la mente formas de venganza, estás en tentación... pero Dios pone los medios para resistir y alejarnos de la tentación... entonces nos libramos de hacer el mal a alguien o a nosotros mismos...
Asi pues, mi querida Mariposa, esta tarde tuve una gran enseñanza... me despedí de mi amigo dándole el pesáme... no pude contener las lágrimas al verlo así tan triste, además que ya estaban en mis ojos desde hacía rato... salí de prisa rumbo a mi carro y una niña que iba con su madre me miró y dijo mamá porque va llorando esa muchacha?... Dime Mariposa, por qué iba llorando?