sábado, 10 de abril de 2010

San Juan de Alima

Falta media hora para llegar dijo una voz desconocida en el autobus, 30 minutos mas pensó y se acomodó en su asiento... cuántas horas llevaba ya de viaje, horas donde se preguntó que estaba haciendo al viajar tan lejos, a lo desconocido, a realizar un sueño... llegamos dijo un niño entusiasmado, recuperar la maleta y buscar entre las personas una cara conocida, no la habia... rápidamente el lugar quedó vacio y ahora qué? se preguntó mientras enfilaba hacia un pasillo que parecía la salida... y lo vio venir caminando a prisa, era él... lo reconoció enseguida, no sabía que actitud tomar asi que solo sonrió, se saludaron como viejos amigos, y las preguntas de rigor: que tal el viaje? cansada? tienes hambre? .... ella sentía que la miraba pero no se atrevia a responder sus miradas, subieron al carro y dijo que daría unas vueltas por algunas calles para que conociera... ella solo sonrió, era poco lo que podía ver con la iluminación nocturna, además de que su cerebro estaba ya saturado de tanta información... cenaron y se fueron al pueblo donde pasaría los siguientes días... eso si resultaba realmente interesante, cómo sería todo... pero todo...
Llegaron a la casa de Ben... estaba bonita, pero era evidente la falta de una mano femenina, él la miraba y ella solo desviaba la vista mirando los cuadros de la sala, el título profesional de él... Médico Veterinario, muy guapo y serio en su foto, seguía siendo guapo pero su cara reflejaba las situaciones duras de la vida que van dejando su huella. Aquí dormirás, le dijo, abriendo una puerta, era la habitación de su hijo menor que ahora estaba en la casa de su madre... bien dijo ella jalando su maleta y acomodandola junto a la cama... vamos dijo Ben, al bar... eso si que fue sorpresa, se enfilaron por el patio trasero de la casa y llegaron a un gran salón, con luces neón, mesas con manteles, una mesa de billar con felpa roja, una barra, una pista para bailar... siéntate dijo y trajo una cerveza fria para cada uno... la miraba y solo dijo, eres mas bonita en persona... ella sonrió y solo salió un suave gracias... hablaron de muchas cosas, del viaje, del pueblo, de las playas, a donde irían mañana.... llegaron algunos clientes... de pronto él dijo quiero presentarte a mis hermanos, una dama y un caballero, en la penumbra del bar fue dificil saber como eran sus facciones, pero su saludo fue natural y espontáneo... el tiempo transcurrió y el bar quedó solo... cerró y se acomodaron en dos banquitos tras la barra... él la miraba mientras ella platicaba cachos de su vida, podía ver en la penumbra como su cara se entristecía y trataba de sacar una sonrisa, él sabía de todo eso, algo había vivido ya... vamos a descansar dijo, al levantarse se dió cuenta cuan mareada estaba, no era su costumbre la bebida y esta noche se habia pasado un poco... se rió y dijo tienes que ayudarme Ben o no encontraré la salida... en la puerta él la detuvo, le tomó la barbilla y le robó un beso... ambos sonrieron...dijo tienes ojos de chiquilla... luego la jaló hacia él y el beso fue mas apasionado y profundo... no te molesta porque te robé un beso? eso no fue un beso, dijo ella sonriendo... si fue, solo uno pero muy largo dijo él y caminaron rumbo a la casa.... la acompañó hasta la habitación que le habia ofrecido, entró y desabotonandose la camisa Ben preguntó: ¿Quieres venir a mi cama para seguir platicando? en esos segundos antes de dar una respuesta, pasaron por la mente de ella tantas cosas... mil cosas, desde los consejos de su madre hasta los de su amiga, desde el motivo que la llevó a estar en ese lugar con ese hombre hasta el no o si que podía dar....
En la mañana la despertó el ruido de la cocina y el olor a desayuno... se vistió y se encontró con una mesa bien preparada: plato con fruta picada, fruta conocida y desconocida, un par de huevos fritos y tortillas calientes, café capuchino... a dónde quieres ir? preguntó Ben, quieres ir a la playa?
El camino a la playa era hermoso, tan distinto a lo que ella estaba acostumbrada, la carretera seguia un tunel de follaje, de árboles enormes... campos interminables de plantas de plátanos, el calor del ambiente, el sol radiante... y ahi estaba la playa con sus enormes olas, el aire fresco y húmedo... pasto ahi en la arena, eso era increible... sentarse bajo esa enramada y mirar el ir y venir de las olas, escuchar su estruendo cuando golpeaban la playa y como chocaban entre ellas la que apenas venia contra la que ya iba de regreso... eso no lo habia visto antes... no se pudo resistir y caminó al agua, kilométros de viaje serían recompensados con agradable compañía y esa hermosa playa que ahora deseaba tanto disfrutar...
El sueño había sido llegar ahi frente al horizonte ahora azul y resplandeciente como un espejo y sentarse junto a él y platicar de lo que fuera... si, estaba ávida de una charla masculina, pero no fue así, habia parientes que venían de lejos y merecían mas su atención y allá estuvo, mientras ella jugó un buen rato entre las olas, dejarse flotar y que la ola la meciera, brincar como niña, solo sentarse en la orilla y permitir que la ola se estrellara en ella... y lo veía a lo lejos tan entretenido en su charla con sus amigos... y si me ahogo? pensó... y si me escondo y no me encuentra? que haría? se rió para si misma... seguro subiría al carro y la dejaría ahi olvidada...
Fue una situación extraña para ella, alguna vez en el pasado conoció a alquien de otra ciudad y el poco tiempo que estuvo ahi y las pocas horas que convivieron él se mostró realmente interesado en quedar bien con ella, llevarla a conocer lugares, a comer rico... y ahora era diferente, de pronto parecía que era un taxista que pasaba por ella para llevarla algún lugar y listo, volver mas tarde por ella. Siempre Dany había tomado de la vida lo que le ofreciera, aqui no era la excepción, estaba ahi disfrutando de un hermoso clima, bellas playas y cervezas heladas.
La noche del sábado fue distinta, Ben llevó a Dany a su bar, dijo que habia unos amigos que deseaba presentarle, Dany se arregló y llegó allá, platicaron, tomaron un rico vino que la mareo casi de manera inmediata, bailó de todo, pero lo que más la llenó fue bailar con él canciones de Luis Miguel y como Ben la abrazaba pegándola con fuerza a su pecho, poniendo su frente en la frente de ella.... por Dios Santo que hacía mas de una decáda que ella no bailaba así, pero la magia duró poco, fue al baño de la casa, al pasar por la recamara el mundo empezó a girar de manera extraña, se tiró en la cama y sentía que se undía, las paredes se movía, empezó su corazón a latir con fuerza y le entró un pánico que solo alcanzó a tomar el telefono y llamar a Ben... llegó y no podía ponerla de pie, finalmente lo logró y la llevó a mojarle la cabeza, ella lloraba y pedía a Dios quien sabe que cosas, apenas podía entenderse algo, después de un rato se tranquilizó y mejoró su estado, depués que el vino tinto que quedaba en su estomago salió y pintó sus zapatillas, que importaba ya, finalmente deseaba vivir experiencias nuevas y esta se volvió algo inolvidable.
En la mañana Dany se sentía bien físicamente pero muy avergonzada, Ben solo le dijo, no me digas nada, no me des explicaciones. Volvieron a otra playa y la indiferencia de él era la misma de antes, y el deseo de ella de platicar, de reir iba creciendo y también se alejaba su realización. No entendió en ningún momento por qué él no podía dedicarle algún momento, de cualquier forma ya no importaba, la mañana siguiente se marcharía muy temprano y la oportunidad se esfumaría.
La despedida fue simple, como fue su trato con ella durante esos días, Ben se veía distante, tranquilo, tal parecía que descansaba porque finalmente se iba Dany. Tal vez se arrepintió de invitarla, o tal vez ella se invitó sola y a él solo le quedaba atenderla como pudiera, solo por cumplir. Ben no tuvo la atención de quedarse hasta que ella subiera al autobus porque tenia que regresarse al pueblo por sus parientes ya que alguien de su familia había fallecido y en esos casos 30 minutos son mucho tiempo. Ya en el autobus Dany pensaba en los pocos momentos que le dedicó a ella esos días, por qué esperaría que Ben pudiera quedarse ahi a esperar a que subiera al autobus.
Dany aprendió mucho de este viaje, se dió cuenta de que aún para hacer una amistad se requiere de que haya cierta química en las personas, que los hombres son iguales pero tan diferentes, que no por el hecho de ser mujer va a resultar atractiva para un hombre en especial, que no cualquiera es un caballero, que las cosas que hacen sufrir a las personas en el pasado las atan y no las dejan vivir plenos en el presente como parecía que le pasaba a Ben. Que algunos hombres no son capaces de ser sinceros y hablar con la verdad, no mienten, solo permanecen callados, olvidando que las mujeres tienen ese sexto o septimo o quien sabe que sentido que les permite darse cuenta de mas cosas de las que en realidad quisieran enterarse.
En el vuelo de regreso a casa, mirando a traves de la ventanilla, Dany regresaba la cinta de lo ocurrido esos días y no podía entender muchas cosas... cerró los ojos y solo pensó que no debía entender nada, solo era lo que pasó: simplemente entró un momento al pequeño mundo de un hombre, miró, sintió y nada cambió. Él seguiría ahí y ella se iba como había llegado.